Si vas a ser mamá, ya debes saber que tu vida está a punto de atravesar un gran proceso de cambios. Uno de los más importantes son tus hábitos de sueño.
¿Cuántas horas dormirá mi bebé?
Habitualmente, los bebés recién nacidos duermen entre 16 y 18 horas al día, despertándose aproximadamente cada 3 o 4 horas para alimentarse, en el caso de los bebés que toman biberón. Los lactantes amamantados pueden despertarse con mayor frecuencia, entre 8 y 12 veces por día.
A partir del segundo mes, podrá dormir durante períodos más largos de tiempo, a partir del tercer mes los bebés suelen dormir un poco más por las noches, de 6 a 8 horas sin interrupciones y unas cinco horas durante el día, lo que alivia bastante a los padres.
A los cuatro meses, la mayoría de los bebés suelen dormir en su propia habitación. Es muy importante en esta etapa, que los niños aprendan a dormir por sí solos, y que distingan entre el día y la noche para que ésta última esté relacionada con el sueño prolongado.
A los seis meses, el bebé ya dormirá siestas de tres horas durante el día y dormirá unas 11 horas durante la noche, en esta etapa ya deben dormir por sí solos. Cuando están enfermos necesitarán más atención y cariño, por lo que es normal que los padres les cojan en brazos y les mimen más, porque eso les hará sentirse mejor.
Estableciendo horarios
La adaptación de tu bebé a los horarios regulares de sueño dependerá también mucho de ti, ya que puedes enseñarle a adquirir ciertos hábitos.
- Ayúdalo a dormir: establece una rutina que lo vaya preparando para el sueño, puedes bañarlo, leerle cuentos y cantarle.
- Enséñale la diferencia entre el día y la noche: esto lo puedes empezar a hacer a partir de las dos semanas de nacido, durante el día juega con él, interactúa, mantén la casa y su habitación con mucha luz.
De noche, no juegues con él cuando se despierte, y mantén las luces y el nivel de ruido bajos, así comprenderá que la noche es para dormir.
- Observa cuando esté soñoliento: los bebés dan señales muy claras de que tienen sueño, se frotan los ojos, se jalan las orejas y se ponen más irritables. Ese es el momento perfecto para llevarlos a su cuna y dejar que se duerman por sí solos, pronto irás detectando sus patrones y ritmos y él irá desarrollando el hábito del sueño a horas determinadas.